
Decca No.21242 B – Hernando Avilés & Guitarras – Por La Vuelta- 1942
Origen Archivo: FronterLibrary
Compositor: José Tinelli
Autor: Enrique Cadícamo
Fecha de Grabación: 1/27/1942
Lugar de Grabación: New York, New York
Sello: Decca
Disco: No.21242 B
Matriz: 70236
Fuente(s) Información:
Reseña: Hernando Avilés
Hernando, nacido en San Juan, Puerto Rico, el 1 de febrero de 1914, fue hijo de Manuel Avilés Rivera y Gregoria Negrón Rodríguez.En 1932, a los 18 años de edad, formó con Luis Antonio y José Alberto Chebelto Borgos el TRÍO ANTILLANO. En esa época es atacado por una tifoidea que lo aleja del trío. Una vez recuperado forma el trío LOS GAUCHOS, nombre que reflejaba su admiración por Carlos Gardel y su gusto por los tangos. El trío se forma con Pepito Maduro y Carlos Alfaro y funciona de 1934 a 1937. En 1935, a los 21 años de edad, se casa en Puerto Rico con Manuela, con quien procrea a sus hijas Helga e Ivis Adarina. En 1938 se convierte en solista. En 1940, a los 26 años de edad, se va a Nueva York y forma parte del trío LAS TRES GUITARRAS, con los elementos ecuatorianos Segundo Cortés y Benigno Medina. En 1941 integra el DUETO AZTECA con Sotero San Miguel. En 1942 regresa a su condición de solista, cantando con las orquestas de Juanito Sanabria y Bobby Quintón, haciendo con ellos diversas grabaciones y giras por distintas ciudades, fundamentalmente del este de EUA. En mayo de 1944, a los 30, lo invita Alfredo Gil a formar un trío al cual ponen por nombre LOS PANCHOS, con el cual logran el enorme éxito continental que todo el mundo conoce. Cuartetohernandoaviles
Observaciones:
Letra:
¡Afuera es noche y llueve tanto! Ven a mi lado, me dijiste, Hoy tu palabra es como un manto Un manto grato de amistad. Tu copa es ésta y la llenaste Bebamos juntos, viejo amigo... Dijiste mientras levantabas Tu fina copa de champán... La historia vuelve a repetirse Mi muñequita dulce y rubia, El mismo amor... la misma lluvia... El mismo, el mismo loco afán... ¿Te acuerdas? Hace justo un año Nos separamos sin un llanto, Ninguna escena, ningún daño... Simplemente fue un “Adiós” Inteligente de los dos... Tu copa es ésta, y nuevamente Los dos brindamos “por la vuelta”, Tu boca roja y oferente Bebió en el fino bacará. Después, quizá, mordiendo un llanto, Quedate siempre me dijiste... Afuera es noche y llueve tanto... ...Y comenzaste a llorar...
