FRANCISCO  PRACÁNICO

El 15 de mayo de 1898, festividad de San Isidro según el santoral, en la localidad bonaerense de San Fernando, vino al mundo Francisco Pracánico; Francisco Nicolas Isidro Pracánico por más señas. Sobre su nacimiento quizás hacer dos puntualizaciones: San Fernando era por entonces una población rural y el pequeño Francisco nació en el entorno de una familia humilde con escasos recursos económicos. 

El 25 de Agosto de 1925 el diario “Crítica” esboza una pequeña biografía de sus primeros años de vida, como consecuencia del éxito del tango “Madre”. En el reportaje se cuenta que sus inicios con la música se remontan a los cinco años, cuando “reuniendo chirolitas logro adquirir una armónica con la que interpretaba motivos populares”. Una familia rica de san Fernando se interesó por él y le regaló una flauta. Su siguiente instrumento fue una guitarra con la que recorría los boliches de su ciudad natal en busca de monedas con los que poder apoyar la maltrecha economía familiar. La crónica añade pasajes de su infancia y nos cuenta que a los ocho años lustraba zapatos, “silbaba mientras limpiaba el barro de zapatos ajenos”. 

Vicente, hermano de Francisco, muerto prematuramente, logró reunir la nada por entonces desdeñable cantidad de cien pesos para cumplir su sueño: un piano; maltrecho, desvencijado y reumático, pero piano a la postre. Otras crónicas hablan de que el piano fue regalo de algún generoso vecino; hay dudas sobre el origen, pero sobre el lastimoso estado de este hay absoluta unanimidad. Francisco consiguió convencer a sus hermanos mayores para que le dejaran practicar y estos accedieron a que dispusiera del piano durante media hora al día. Tenía por entonces trece años, y se ganaba el sustento lavando copas en un bar cercano a un cinematógrafo de San Fernando, a razón de treinta pesos mensuales. Un día el pianista del local no compareció y “Pancho” se ofreció al dueño como sustituto. Don Leopoldo Lamberti tras las dudas iniciales permitió que “Pancho” ocupase la banqueta del piano y finalmente tomó la alternativa como pianista; según algunas crónicas el tango “El Caburé” de Antonio de Bassi fue el primero de los temas que interpretó con gran éxito entre la concurrencia. 

A partir de aquel día el patrón le ofreció el puesto de pianista con sesenta pesos de sueldo mensual desde el momento en que fuera capaz de reunir un repertorio que incluyera media docena de vals, una mazurka y una polka. Tuvo que esperar algún tiempo porque en su casa sus hermanos solo interpretaban tangos al piano, de tal modo que todos los miércoles acudía a la plaza de San Fernando a escuchar la retreta de la Banda Municipal que incluía un variado repertorio de temas, que poco a poco fue aprendiendo hasta conseguir disponer del repertorio solicitado por el Sr Lamberti.  

Con trece años paso a ser pianista del Cine Teatro variedades con sueldo de 150 pesos mensuales. Esa mejora económica le permitió perfeccionar su aprendizaje acudiendo al conservatorio de Adolfo Carabelli. Es por aquella época, en su San Fernando natal, donde forma su primera orquesta a la que llamó “Pancho”, jugando con la similitud fonética de una de las más famosas orquestas de la época, la orquesta de Juan Maglio, conocida popularmente como la orquesta de “Pacho”.

 

A sugerencia de un promotor de una de las salas donde solían tocar, que anunciaba la orquesta de “Pancho” con una “n” apenas ilegible. Aquella orquesta estaba formada por sus hermanos al violín y bandoneón (otras fuentes los colocan en violín y contrabajo), Angel Moncagatti al contrabajo (otras fuentes le colocan al violonchelo) y Eduardo Scaglioti al violonchelo (otras fuentes le consideran flautista) 

Otro hecho notable que incluye la crónica del diario Crítica es en relación al primer tango que compuso. Por aquel entonces Pracánico tenía 18 años de edad y ejecutaba en un festival organizado por el Círculo de Obreros un tango de su autoría. Un doctor llamado Eduardo Restelli que andaba por allí se interesó por el tango y le preguntó a Pracánico por el nombre del autor. El joven pianista mitad enorgullecido, mitad avergonzado le confesó la autoría. Al no tener nombre el doctor Restelli le propuso bautizarlo como “Monte Protegido” en honor a un barco mercante argentino hundido por un submarino alemán por aquellos días, durante la primera guerra mundial, y le emplazó para que al día siguiente acudiera a su lugar de trabajo para entregarle la cuantía necesaria para poder editar la partitura.  

Por último, en la crónica de “Critica” informa de otro suceso amable y clave en la carrera profesional del joven Pracánico. Los vecinos de San Fernando, conscientes de las facultades artísticas de “Pancho” y de las dificultades económicas de la familia, deciden organizar una función benéfica para conseguirle un piano nuevo. La función tiene lugar en la Sociedad Italiana Unione e Benevolenza de San Fernando y Pracánico gracias a la generosidad de sus vecinos pudo conseguir un nuevo piano con el que seguir mejorando como interprete y como compositor; prueba de ello es el primer tango que compuso en su nuevo y flamante instrumento: “Madre”. 

Con veinte años se traslada a Buenos Aires y en 1919 integra el quinteto de Pedro Augusto Berto,  junto a Graciano de Leone en bandoneón, Jose Valota en violín y Dionisio Fuster en flauta; cuarteto que actuaba en el Bar iglesias y en el Bar Dominguez, uno de los lugares más emblemáticos del ambiente tanguero por aquellos años. 

 

Años después, en torno a 1926,  Pracánico se desvincula de Berto y forma su propia orquesta: Jazz Band y Típica Pracánico, anunciándose como director. Francisco Pracánico, y con sede social en la calle Florida 255. Por esa orquesta desfilan bandoneonistas como Domingo Scarpino, Alejandro Scarpino, Domingo Precona, Miguel Calo, Gabriel Clausi, con apenas 16 años recién cumplidos, que aseguraría haber asistido a todas las grabaciones discográficas de la orquesta en el sello Electra; violinistas como Manlio Francia, Elvino Vardaro, Juan D’Arienzo… Con aquella excelente orquesta típica graba 77 tangos, 5 valses y una zamba como Orquesta Típica Pracánico para el sello Electra; 44 discos 78 rpm en total, ya que repite alguno de los temas. Empieza grabando en 1926 en sistema acústico y en seguida, en el año 1927 se incorpora a la grabación de discos eléctricos, de mayor calidad; metodo de grabación de la que el sello Electra fue pionero. También grabaría 8 tangos como orquesta de acompañamiento en las grabaciones de Sofia Bozán, también para el sello Electra, siempre en sistema eléctrico, y entre los años 1927 y 1928. Con esa misma Orquesta Típica actúa en los clubs más selectos de la capital: Jockey Club, Tigre Club, el cabaré Chantecler… con Carlos Dante como cantor (“inaugurando el 16 de agosto de 1927 el cine Astral, de Corrientes angosta, actualmente teatro Astral”). Con esa misma orquesta acompaña a Azucena Maizani en su debut el 23 de Noviembre de 1927 de nuevo en el cine Astral, y como consecuencia del éxito obtenido durante sus frecuentes actuaciones en ese recinto durante los años 28 y 29. La Orquesta de Pracánico no volverá a grabar a partir de 1928 y se convertirá en la orquesta de acompañamiento en las actuaciones (radiales en la mayor parte de los casos) de cancionistas, no solamente de la gran figura Azucena Maizani, sino también de Sofia Bozán, Mercedes Carné, Dorita Davis, Carmen Duval… y actuara como Orquesta Típica en programas radiales en Radio Nacional, Stentor, Excelxior…   

En las biografías de Pracánico es extendida la creencia de que entre 1935 a 1938 pasa a ocupar el piano en la típica de Juan D’Arienzo. No solamente no hemos encontrado un dato solido en ese sentido, sino que además en las biografías de  D’Arienzo aparecen pianistas como: Lidio Fasoli, Rodolfo Biaggi, Juan Polito, Fluvio Salamanca… sin que hayamos encontrado un dato fidedigno que confirme esa afirmación; bien es cierto que a D’Arienzo le gustaba reforzar su orquesta con suplentes para los puestos más destacados de su orquesta, y es posible que Pracánico colaborara puntualmente con el maestro para actuaciones radiales o en locales nocturnos, como ocurrió a partir del cuarenta con Rodolfo Velo y Alberto Laga, ambos pianistas suplentes de la orquesta.

Lo que sí está ampliamente comprobado es que en aquellos años Pracánico dirigió un Trío Típico para acompañar a la cancionista Ada Falcón como informa la revista “La Canción Moderna”, en su número 372, ambos integrantes del plantel de radio Splendid. A partir de 1938 volvemos a encontrar informacion sobre la Tipica Pracánico acompañando cancionistas y participando en programas radiales en LR2 Radio Argentina. 

Sin menospreciar sus méritos como pianista y como director de orquesta, Francisco Pracánico destaca como compositor. Pracánico compuso alrededor de 100 temas, abarcando un sinfín de estilos; tangos en su gran mayoría, seguido de  valses, rancheras, milongas, fox trots, canciones diversas, chamanes, shimmys, pasodobles, polcas, rumbas, tonadas… y hasta un malambo. Colaboró con los letristas mas afamados: Cadícamo, Discépolo, Flores, Manzi, García Jimenez, Fernandez Blanco, Rubinstein, Romero, Soliño, Orsi, De Los Hoyos, Sciammarella, Contursi, Dizeo, Maroni… Los más grandes cantores interpretaron sus temas: Gardel, Corsini, Magaldi, Rivero… así como todo tipo de orquestas y formaciones tangueras de todos los tiempos interpretaron sus partituras. Es difícil destacar alguno de sus títulos, pero nos hacemos eco de “Corrientes y Esmeralda”, tango de 1933, con letra de un poema de Celedonio Flores publicado un año antes. 

Tres detalles más con los que cerrar este esbozo un tanto anárquico de la biografía de Pracánico. En 1925 Maurice Chevalier, junto a Ivonne Vallé actuaron en Buenos Aires y Pracánico puso música a unos versos de Manuel Romero que el actor interpretó con gran éxito y repercusión. En segundo lugar, apuntar sus escarceos cinematográficos, donde además de aparecer en la película “Monte Criollo”, que incluía varios temas de su autoría en colaboración con Homero Manzi, cabe destacar que en la película “Bildmakarma” de Ingar Bergman, suena de fondo el tango de Eduardo Arolas “Derecho Viejo”, interpretado por el Sexteto de Francisco Pracánico, no tratándose de una casualidad conociendo el saber hacer y el temperamento del director sueco.

La tercera de las cuestiones, y por culpa de mi mala cabeza, es constatar que creo haber leído que al final de sus días, en un local olvidado del gran Buenos Aires, Pracánico se reunía para tocar junto a otros grandes maestros y que era una delicia escucharlos. Siento no poder aportar más datos: ni formación, ni participantes, ni lugar, ni fechas. 

Pracanico fallece en Buenos Aires el día 20 de Diciembre de 1971.

En definitiva, la vida de Pracánico fue un poco así: difusa, misteriosa… demasiado silenciosa para alguien que dejó un legado tan extenso y profundo en la historia del tango. 

Planilla Discografica:

Grabaciones Francisco Pracanico

Planilla Composiciones:

Composiciones Francisco Pracanico