
Odeon No.238.825 – Charlo (Chansonnier) & L’Orchestre Argentin Canaro – Madre Hay Una Sola – 1930
Origen Archivo: Youtube (Mac NOMURA)
Compositor: Agustín Bardi
Autor: José de la Vega
Fecha de Grabación: 21/11/1930
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Odeon
Disco: No.238.825
Matriz: 4698
Fuente(s) Información: Discografía Francisco Canaro.
Reseña: Charló.
Nací en La Pampa, en un establecimiento de campo de mis padres, entre Avestruz y Guatraché, y anotado en Puán (provincia de Buenos Aires) donde residían mis abuelos y era el Registro Civil más cercano.
Gardel grababa en Odeon cuando ingresé a ese sello por 1928 y poco después lo conocí. Lo traté poco, tal vez por la gran diferencia de edad. Nos saludamos y nada más. Pero un día él estaba con Razzano en la puerta del Cine Broadway, de calle Corrientes, y yo venía haciendo pinta con un aludo sombrero de color gris, y cual no sería mi sorpresa al oír que Gardel decía a su compañero mientras hacía visera con una mano: «¡Che! ¿Quién es el sombrerudo aquel que viene allí.?»
«Mi sombrero sirvió para que repentinamente, en una cachada original, tomáramos la confianza que entre nosotros no existía. En cuanto a las grabaciones de “Rencor” y “Cobardía” las hizo sin que yo se lo pidiera, después de haberlos estrenado Libertad Lamarque en el Teatro Maipo cuando Amadori, con Botta, era autor de las revistas y director de ese teatro y yo componía música de todo tipo y según las necesidades de esos espectáculos.» TodoTango.
Observaciones: Reimpresión No.4698A – Matriz 6380/1
Letra:
Pagando antiguas locuras Y ahogando mi triste queja, Volví a buscar en la vieja Aquellas hondas ternuras Que abandonadas dejé. Y al verme nada me dijo Por mis torpezas pasadas, Palabras dulcificadas De amor por el hijo Tan sólo escuché! Besos y amores Amistades... bellas farsas, Y rosadas ilusiones En el mundo hay a montones Por desgracia... Madre hay una sola Y aunque un día la olvidé, Me enseñó al final la vida Que a ese amor hay que volver. Y nadie venga a arrancarme Del lado de quien me adora, De quien con fe bienhechora Se esfuerza por consolarme De mi pasado dolor... Las tentaciones son vanas Para burlar su cariño, Para ella soy siempre un niño ¡Benditas sus canas! ¡Bendito su amor!
