
Decca No.21336 – Julio Martel & Alfredo de Angelis & Su Orquesta Típica – La Novia Ausente – 1947
Origen Archivo: FronteraLibrary
Compositor: Guillermo Barbieri
Autor: Enrique Cadícamo
Fecha de Grabación: 06/05/1947
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Decca
Disco: No.21336
Matriz: WOAC16512T1A
Fuente(s) Información: Milongandoblog.
Reseña: Alfredo De Angelis.
Alfredo De Angelis se inscribe dentro del grupo de orquestas que pusieron el acento en el baile. Esto sin embargo no significa que carecieran de valor artístico, por el contrario, eran afiatadas, muy bien orquestadas y contaban con grandes músicos y vocalistas. Nuestra elite intelectual siempre despreció lo popular, lo que prendía rápidamente en el gusto de la gente, porque no valorizaba, ni valoriza, el fenómeno sociocultural que significa la danza. Siempre escuché decir sobre De Angelis que era una orquesta calesita, que sólo servía en el salón, que le faltaba creatividad. Supongo que el adjetivo hacía alusión, a la curiosa modalidad de los bailarines de recorrer el terreno girando ordenadamente alrededor del perímetro de la pista. Desde otra óptica, la crítica podía apuntar a la música fácil, elemental y rutinaria de las calesitas (carruseles). TodoTango.
Observaciones: Con estas grabaciones presentadas, por su temática – la mujer, el amor y el desamor, la ilusión y la la decepción, etc.- queremos invitar a que visiten el sitio www.querube.es, dedicado a música de diversos géneros, en general diferentes al tango, como boleros, sones, baladas y otros.
Letra:
A veces repaso, mis horas aquellas Cuando era estudiante y tú eras la amada, Que con tus sonrisas repartías estrellas A todos los mozos de aquella barriada. ¡Ah!, Las noches tibias... ¡Ah!, La fantasía De nuestra veintena de abriles felices, Cuando solamente tu risa se oía Y yo no tenía mis cabellos grises... Íbamos del brazo Y tú suspirabas, Porque muy cerquita Te decía: “Mi bien... ves como la luna se enreda en los pinos, y su luz de plata te besa en la sien” Al raro conjuro De noche y reseda, Temblaban las hojas Del parque, también; Y tú me pedías Que te recitara, Esa “Sonatina” Que soñó Rubén: Recitado: “¡La princesa está triste! ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros escapan de su boca de fresa, Que ha perdido la risa, que ha perdido el color... La princesa está pálida en su silla de oro, Está mudo el teclado de su clave sonoro, Y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor”. Qué duendes lograron, lo que ya no existe, Qué mano huesuda fue hilando mis males, Y qué pena altiva, hoy me ha hecho tan triste Triste como el eco de las catedrales... ¡Ah!, ya sé... ya sé... es la novia ausente Aquella que cuando estudiante, me amaba... Que al morir, un beso le dejé en la frente Porque estaba fría... porque me dejaba...
