Brunswick No. 41347 – Genaro Veiga & Guitarras – Cuadrito De Arrabal – 1930
Origen Archivo: FronteraLibrary
Compositor: Genaro Veiga
Autor:
Fecha de Grabación: 27/04/1930
Lugar de Grabación: New York, New York
Sello: Brunswick
Disco: 41347
Matriz: E36675
Fuente(s) Información:
Reseña: Genaro Veiga
Podemos decir y con certeza, que en el año 1927 se encontró con Juan Carlos Cobián en Nueva York, quien estaba ahí desde mediados de 1923 con un conjunto orquestal denominado Argentine-Band para grabar temas de Jazz, género en el que Cobián hacía verdaderos prodigios en el piano y con su orquesta. Veiga grabó con Cobián innumerables placas fonográficas, de las cuales nombraremos solo las que hemos ubicado, pero sin lugar a dudas grabó algunas más. TodoTango.
Observaciones:
Letra:
El baile se había formado Con más de veinte parejas, Y en un rincón siete viejas Charlaban del vecindario. Allí estaba el Comisario Invitao especialmente, Cuando llegó de repente Un tipo extraño del barrio. Con la vista enrojecida Por el coraje, sin duda, Y como un águila muda Entró a mirar con recelo. Venía dispuesto a un duelo Y a pelearle cara a cara, Al guapo que le robara La mujer que era su anhelo. El patrón, medio picao Le preguntó al forastero: “Perdóneme caballero se puede saber a qué ha entrao”, El paisano, acalorao Le dijo gritando fuerte: “A jugarme con la muerte por algo que me han quitao”. Las viejas en un rincón Se arrinconaron, miedosas, Y emocionadas las mozas Se hicieron en un montón. Alguien desde un rincón Envalentonao le dijo: “Quisiera saber de fijo si es que es guapo ese matón”. Antes de que terminaran De hablar de aquel osado, Ya se encontraba a su lado El paisano a quien hablara, “Le voy a cortar la cara” Dijo éste, decidido, “Vos sos el gaucho atrevido que mi prenda me robara”. Los cuchillos relucieron Y el candil se había apagado, Y una vieja por un lado Chillaba que daba miedo. En el patio, con anhelo Dos paisanos se tiraban, Como toros se topaban De que eran los dos buenos. Más tarde aquel forastero Salió medio confundido, Dejando allí bien tendido El cuerpo de aquel malvado. No sin antes haber cortado Las trenzas de aquella infiel, Que quiso burlarse de él Habiéndole mal pagado.