
Victor No.DC-43-A – Azucena Maizani & Roberto Zerrillo & Órestes Fúfaro – Usted Sabe… Señor Juez- 1933
Origen Archivo: Youtube (uchukyoku1)
Compositor: Orestes Cúfaro
Autor: Alfredo Ramos Merillas
Fecha de Grabación: 1933
Lugar de Grabación: Buenos Aires, Argentina
Sello: Victor
Disco: No.DC-43-A
Matriz: 0J521/1
Fuente(s) Información:
Reseña: Azucena Maizani.
Quizá la figura emblemático fue Azucena Maizani a partir del estreno de Padre nuestro, de Vacarezza y Delfino, en el sainete A mí no me hablen de penas» representado en el Teatro Nacional el 27 de julio de 1923. Eran sus comienzos, por cierto prometedores, impulsada por hechos circunstanciales como el ser figuranta en la compañía de César Ratti donde, entre bambalinas, canturreó un tango y la oyó Delfino, o participar en una reunión de gente de la farándula. Lo cierto es que fue contratada para interpretar Padre nuestro y a partir de ahí su carrera no conoció fracasos. Vestida a veces de paisano, otras de compadrito, Azucena, «La ñata gaucha», conoció el halago en su país y afuera. Estrenó importantes tangos: de Esta noche me emborracho, con letra y música de Enrique Santos Discépolo, se contaba que lo cantó en el Maipo el 22 de marzo de 1928 en la revista Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno. El propio Luis César Amadori, director del teatro, refería que esa noche el éxito fue increíble y la intérprete debió cantar el tango tres veces. El mismo año estrenó Malevaje, de Díscépolo y Juan de Dios Filiberto, en la «Fiesta del Tango» celebrada en el Astral, pero Azucena ya lo había cantado en la Boca, desde el balcón de la casa de Filiberto, en un alarde
de verdadera artista. No importaba si la letra había sido escrita para ser cantada por un varón. Sabía darle el sentimiento necesario, que era lo que importaba. No conforme con los tangos de los otros, quiso tener los suyos y compuso algunos que perduraron, como Pero yo sé y La canción de Buenos Aires, además de otros, a los que no daba Importancia . Falleció en 1970 -había nacido en 1902-, cuando llevaba muchos años de retiro. Mujeres y Tango.
Observaciones:
Letra:
Las parejas bailaban Al compás rezongón, Y los fueyes roncaban Una vieja canción. Entre tanta alegría Sólo un corazón, Esperaba con ansia Una cita de amor. Todo era ilusión Fantasía y placer, Pero un alma sufría Y era aquella mujer; Porque un hombre dejó En su boca sensual, Una huella maldita En un carnaval. En la noche misteriosa Entre el humo y el champán, Muchachos haciendo rueda Repetían este cantar: Mascarita pizpireta Que detrás de tu antifaz, Hay dos ojos misteriosos Que embellecen tu disfraz. Yo no sé, señor juez, ya no me acuerdo, El instinto fatal me dominó, Lo quería, con cariño tan inmenso Y el infame, señor juez, me abandonó. Soy culpable y reconozco mi delito Pero escuchen, señores, mi dolor, Pues me sale del alma como un grito Y preciso consolar mi corazón. Con mi madre yo vivía Y era feliz a su lado, Sin pensar que un mal día Me siguiese aquel malvado; Y una fatal mañanita Llena de sol, yo lo vi, Me olvidé de mi viejita Y ciega de amor yo caí. Al principio fueron dulces mis amores Pero, de pronto, la hilacha me mostró, Y mi cuerpo he vendido yo, señor Pa´ que no le faltase ni un botón. Pero todo se acaba y esa noche Que lo vi con otra, me cegué, Y poniendo a mi suerte triste broche Usted sabe, señor juez, que lo maté.
