Odeón No.14010-A – Oscar Ugarte & Guitarras – Unidos En La Muerte – 1935
Origen Archivo: Youtube (Fabio Daniel Cernuda)
Compositor: José Fernández
Autor: Jaime Vila
Fecha de Grabación: 1935
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Odeón
Disco: No.14010-A
Matriz: 8269
Fuente(s) Información: Discogs.
Reseña: Oscar Ugarte
Ugarte fue el clásico cantor nacional, denominación que se daba a aquellos que formaban su repertorio con tangos, pero también con diversos géneros de la provincia de Buenos Aires: canciones, valsecitos, cifras, estilos, milongas, alguna zambita y otros. La radio fue el medio donde se desenvolvió mejor, a tal punto que Radio El Mundo lo acogió durante veinte años. Siempre acompañado por los guitarreros estables de la emisora, siendo los más habituales, Jaime Vila, Antonio Ciaccio y José Cortecce. TodoTango.
Observaciones: Uno de las primeras obras en homenaje a la muerte de Carlos Gardel, con la particularidad que también se menciona en la misma a sus guitarristas. Si desean saber más sobre la discografía de Oscar Ugarte, pueden visitar uno de los blog de Fabio Daniel Cernuda: https://discografiasdetango.blogspot.com Esta grabación está tomada con cápsula Shure magnética directamente del ejemplar de la colección de Fabio Daniel Cernuda, sin ningún filtro ni reductor de ruidos.
Letra:
Unidos en la muerte y juntas sus guitarras Cayeron los muchachos siguiendo a su zorzal, Parece que el destino ingrato le envidiara Los triunfos de su vida que nadie igualara. Unidos en la muerte cayeron los centauros De nuestro cancionero, glorioso y popular, Llevando por el mundo el tango a flor de labios El cual entró en Europa por nuestro “Mariscal”. El cóndor colombiano, celoso, lo acechaba Agazapado y frío, allá en Medellín, Pa´ darle la revancha al rey de nuestra pampa Al zorzalito criollo, que es donde halló su fin. El cóndor, en las alturas, no permitió que nadie Cruzara con su canto, el espacio triunfal, Y así que lo esperaba, traidor y sanguinario Pa´ desatar sus iras, cual recia tempestad. Lejos de Buenos Aires pagaron con sus vidas Los bravos mosqueteros de nuestra tierra ideal, Con esa infausta suerte que nunca merecieron Los criollos que murieron por la fatalidad. Hoy quedan en los montes, los pájaros muy tristes Calandrias y jilgueros no pueden más cantar, Están todos de duelo, de luto las guitarras Sus cuerdas destempladas, también llorando están.
Nota: