Gramófono No.AE 2107 – Dúo Irusta-Fugazot & Lucio Demare (Piano) – Recuerdo – 1928
Origen Archivo: Pasionyadmiracionporcarlosgardel
Compositor: Alfredo Pelaia
Autor: Alfredo Pelaia
Fecha de Grabación: 27/02/1928
Lugar de Grabación: Madrid
Sello: Gramófono
Disco: No.AE 2107
Matriz: BJ 1277/2
Fuente(s) Información: Discografia Trio Argentino
Reseña: Trio Argentino.
Había dejado en Francia la “Orquesta Canaro” a cargo de mis hermanos Juan y Rafael. a mediados de 1927 luego de realizar una exitosa gira con la orquesta por diversas ciudades europeas me escriben desde París pidéndome cantores de tango que les estaban faltando. En esos momentos me hallaba actuando en Buenos Aires y tenía formalizado un compromiso con la casa Max Glücksmann para realizar y dirigir un concurso de tango en el Gran Palace Theatre, de Corrientes y Maipú. El certamen tuvo pleno éxito, pues reunió a numerosos concursantes, resultado premiado el tango de Pedro Maffia y Emilio Curi: Noche de Reyes, el cual fue interpretado en su parte vocal por el dúo Agustín Irusta-Roberto Fugazot, con magnífico beneplácito del público.
Terminado el concurso de referencia, contraté a ambos cantores para actuar en Europa. Irusta era rosarino y me dijo que antes de ausentarse quería ir a Rosario a despedirse de su familia y amigos; pero resultó que llegó la víspera de la partida e Irusta no aparecía ni había noticias de que hubiese vuelto a Buenos Aires. Esto, naturalmente, me inquietó bastante por el compromiso que a mi vez yo había contraído. Entré a averiguar y saqué en limpio que Irusta no tenía muchas ganas de ausentarse del país por razones de carácter íntimo. Como el tiempo apremiaba, sin perder un minuto me fuí yo mismo a buscarlo a Rosario, y como no tenía la dirección de su domicilio, averiguando… averiguando, me enteré que Irusta concurría todas las noches a un bodegón del barrio de Pichincha, famoso por la buseca que servía como especialidad, y llegué hasta la mentada taberna del suburbio. TangosalBardo.
Observaciones:
Letra:
Murió mi compañera idolatrada La mujer que jamás olvidaré, Y que tengo en el alma reflejada Como tiene en su seno la alborada La estrella del callado amanecer. En la noche callada y misteriosa Su recuerdo me inunda el corazón, Y su nombre dulcísimo rebosa De mis labios temblando de pasión. Ella fue la esperanza de mi vida, Mi consuelo, mi dicha y mi sentir, La adorada mujer que no se olvida Y que se lleva en el alma hasta morir. Yo la amaba con ciega idolatría Ella fue la ventura para mí, Porque puso en mi vida tan sombría Con su dulce cariño, la alegría Que consuela la angustia de vivir. Para llevarla al suspirado cielo Ha bajado un ángel del Señor Ella se fue y mi vida sin consuelo, Lloró por siempre jamás, su eterno duelo ¡Oh, cruel destino, en dónde está mi amor!