Victor No. 38666-B – Jorge Omar & Francisco J.Lomuto & su Orquesta Típica Puerta Cerrada – 1939
Origen Archivo: Frontera Library
Compositor: Alfredo Antonio Malerba
Autor: Homero Manzi (Homero Nicolás Manzione Prestera)
Fecha de Grabación: 17/02/1939
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Victor
Disco: No. 38666-B
Matriz: 12679
Fuente(s) Información:
Reseña: Francisco Lomuto
Pianista y compositor, Pancho Lomuto, reclamado por sus fervorosas amistades, propagó su vocación a no pocas fiestas familiares y reuniones sociales, aparte de centros privados de festiva muchachada “nochera”, sin que tampoco faltase algún que otro patio suburbano de descoloridas baldosas, paredes enladrilladas y longeva higuera como fondo. CronicasdelaEmigracion.
Observaciones: Con estas grabaciones presentadas, por su temática – la mujer, el amor y el desamor, la ilusión y la la decepción, etc.- queremos invitar a que visiten el sitio www.querube.es, dedicado a música de diversos géneros, en general diferentes al tango, como boleros, sones, baladas y otros.

Letra:

Las sombras llaman a mi puerta
Con un murmullo de voces olvidadas,
Y el alma sabe que están muertas
Y que son sombras que vuelven de la nada.
Que sólo son recuerdos, amargos del ayer,
Que sólo son fantasmas, que se obstinan en volver.
Fantasmas y recuerdos que se burlan de mi mal,
Llamando con las voces, que nunca volveré a escuchar.
 
¿Por qué las sombras me engañan?
¿Por qué la amargura, me busca y se ensaña?,
¿Por qué no se abre una puerta,
donde encuentre amparo, mi alma muerta...?
¿Por qué me muerden las penas?
¿Por qué me condenan a la recordación?,
¿Por qué, en el dolor de mi suerte
el consuelo de la muerte, no me da su compasión...?
 
Mis labios llaman torpemente
Porque ya saben que nadie los espera,
Mis pasos ruedan tristemente
Entre un cortejo de sombras compañeras.
Y pienso que se asoman detrás de la ilusión
Caretas que se burlan del pobre corazón,
Fantasmas del recuerdo que me empujan a llorar
Gritando con las voces que nunca volveré a escuchar.
 
¿Por qué las sombras me engañan?
¿Por qué la amargura me busca y se ensaña?
¿Por qué no se abre una puerta,
donde encuentre amparo, mi alma muerta...?
¿Por qué me muerden las penas?
¿Por qué me condenan a la recordación?
¿Por qué, en mi dolor no consigo,
que me quiten el castigo? De gritar:
¡Por qué!... ¡Por qué!
Hermanotango.