
Brunswick No.2204-A – Mercedes Carné & Orquesta de Carlos Di Sarli – Perdónalo Señor – 1931
Origen Archivo: Youtube (Radiotelefonia)
Compositor: José de Jesús Pérez Ruiz
Autor: José de Jesús Pérez Ruiz
Fecha de Grabación: 1931
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Brunswick
Disco: No.2204-A
Matriz: 2398
Fuente(s) Información:
Reseña: Carlos Di Sarli.
En los comienzos, su sexteto nos revela la influencia de Osvaldo Fresedo. Y es cierto, opino que no hubiera habido un Di Sarli si no hubiese existido un Fresedo. Pero, sólo como antecedente necesario de un estilo que, con el tiempo, se convertiría en un modelo puro, de naturaleza propia y diferenciada.
Fue un pianista talentoso, quizás uno de los más importantes, que dirigió su orquesta desde el instrumento, con el que dominaba la sincronía y la ejecución del conjunto.
En su esquema orquestal no existían los solos de instrumentos, la fila de bandoneones cantaba por momentos la melodía, pero tenía un papel esencialmente rítmico y milonguero. Únicamente el violín se destacaba de un modo extremadamente delicado, en algún solo breve o en un contracanto.
El piano mandaba de una forma sugerente, con un bordoneo que se hizo marca registrada del maestro, encadenando los compases de la obra y acentuando un ritmo delicado y elegante, especial para la danza. TodoTango.
Observaciones: Mercedes Carné en 1931 formó parte del elenco de ‘Juancito de la Ribera’, de Vaccarezza donde cantó ‘El poncho del amor’ de Antonio Scatasso y del autor de la obra. Entre la concurrencia estaba un directivo del sello Brunswick, que le ofrece grabar. Así es que, con el acompañamiento del sexteto de Carlos Di Sarli, registró 22 temas a lo largo de ese año y parte del siguiente. En la etiqueta de los discos no figura el nombre del maestro porque tenía contrato con el sello Víctor. Algunos decían que la orquesta era la de Fresedo. El testimonio de fotografías y de la propia intérprete, aclaró la confusión.
Letra:
Paseaba con otra ayer por la tarde Lo han visto mis ojos, me puse a llorar, Yo quise gritarle, decirle: cobarde Y sólo un sollozo me pudo escuchar. Sentí que a mi pecho mordía la angustia Sentí que a mi alma mataba el dolor, En mi misma cara se rió de mi pena Él y ella rieron, rieron los dos. Perdónalo Señor, pues aun lo quiero, Perdónalo Señor, aunque es cobarde, Perdónalo Señor, porque me muero Y temo que el perdón le llegue tarde. Mis ojos ya se cierran para siempre Los ojos que lloraron su abandono, Los ojos que lo amaron ciegamente Y sin embargo, yo lo perdono. Ella era más linda, tal vez fue por eso Que se haya olvidado que lo quise yo, Mas nunca reírse debió de mi pena De la honda pena que dejó su amor. Me fui temblorosa a rogarle a la Virgen Pedir que olvidara a aquella mujer, Y en mis oraciones cruzó su figura Cruzó con su risa, su risa de ayer
