Odeon No.30022 A – Roberto Arrieta & Miguel Caló & su Orquesta Típica – No Te Perdono Más (2) – 1948

Origen Archivo: Youtube (El Coleccionista)
Compositor: Rodolfo Sciammarella
Autor: Rodolfo Sciammarella
Fecha de Grabación: 1948
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Odeon
Disco: No.30022 A
Matriz: C 16898
Fuente(s) InformaciónMilongandoblog.
Reseña: Miguel Caló.
En esta segunda etapa Caló desarrolla y profundiza todo un estilo que une el tango tradicional con la renovación de su época, sin estridencias, con una destacada presencia de los violines, una línea de bandoneones rítmica y un piano, espectacular, ejecutado el primer año por Osmar Maderna, quien fuera reemplazado después por Miguel Nijensohn, en su regreso a la orquesta.Entre los músicos que formaron en su orquesta se destacan: Domingo Federico, Armando Pontier, Carlos Lazzari, Eduardo Rovira, Julián Plaza, José Cambareri (bandoneones), Enrique Francini, Antonio Rodio, Nito Farace (violines), Ariel Pedernera y Juan Fassio (contrabajo). TodoTango.
Observaciones: Con estas grabaciones presentadas, por su temática – la mujer, el amor y el desamor, la ilusión y la la decepción, etc.- queremos invitar a que visiten el sitio www.querube.es, dedicado a música de diversos géneros, en general diferentes al tango, como boleros, sones, baladas y otros.

Letra:

Vivir así,
 como hasta ayer, era la muerte.
 Vivir así,
 enloquecido por quererte.
 Por un minuto de besos que me dabas
 cuánto tributo de lágrimas pagaba.
 Vivir así,
 con esa eterna desconfianza,
 era amar sin la esperanza
 de ser feliz.
 
¡No te perdono más!
 Te grita mi conciencia.
 ¡No te perdono más!
 Es esa mi sentencia.
 ¡No te perdono más!
 Cerré mi corazón.
 Inútil es que llames,
 inútil es que clames
 de nuevo mi perdón.
 
Por perdonar
 y perdonar tantas mentiras
 me vi arrastrado
 en la locura de tu vida.
 Fue milagroso el apartarme de tu lado
 y de salirme del camino equivocado.
 Vuelvo otra vez
 a retomar el buen camino,
 que por ciego desatino
 dejé por vos.

 ¡No te perdono más!
 Te grita mi conciencia.
 ¡No te veré jamás!
 Es esa mi sentencia.
 ¡No te perdono más!
 Cerré mi corazón.
 Inútil es que llames,
 inútil es que clames
 de nuevo mi perdón.

Hermanotango.