
Victor No.39817-A – Ángel Vargas & Ángel D’Agostino & su Orquesta Típica – Ninguna – 1942
Origen Archivo: InternetArchive
Compositor: Raúl Fernández Siro
Autor: Homero Manzi
Fecha de Grabación: 12/30/1942
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Victor
Disco: No.39817-A
Matriz: 84222
Fuente(s) Información:
Reseña: Ángel Vargas.
Cantor de una personalidad impresionante, es el símbolo del fraseo porteño de los años cuarenta. Vargas canta como únicamente se cantó en el cuarenta.
Su fraseo era reo y compadrito pero al mismo tiempo, de un infinito buen gusto. Tenía una dulzura que disimulaba su voz pequeña pero varonil, transmitía simpatía y era sobretodo, un cantor carismático.
La dupla D’Agostino-Vargas, es a mi juicio uno de los engranajes más perfectos que nos dio el tango, sólo comparable a la de Aníbal Troilo con Fiorentino.
Su carrera comienza en los inicios de la década del treinta. Actúa en la orquesta del famoso y veterano músico Augusto Berto, con el seudónimo Carlos Vargas con la que se presentaba en algunas emisoras porteñas. En 1932 realiza algunas presentaciones con quien, tiempo después formaría el binomio del éxito: Ángel D’Agostino. TodoTango.
Observaciones: Con estas grabaciones presentadas, por su temática – la mujer, el amor y el desamor, la ilusión y la la decepción, etc.- queremos invitar a que visiten el sitio www.querube.es, dedicado a música de diversos géneros, en general diferentes al tango, como boleros, sones, baladas y otros.
Letra:
Esta puerta se abrió para tu paso Este piano tembló con tu canción, Esta mesa, este espejo y estos cuadros Guardan ecos del eco de tu voz. Es tan triste vivir entre recuerdos Cansa tanto escuchar ese rumor De la lluvia sutil que llora el tiempo Sobre aquello que quiso el corazón. No habrá ninguna igual. No habrá ninguna, Ninguna con tu piel ni con tu voz, Tu piel, magnolia que mojó la luna Tu voz, murmullo que entibió el amor. No habrá ninguna igual Todas murieron En el momento en que dijiste adiós. Cuando quiero alejarme del pasado Es inútil... me dice el corazón, Ese piano, esa mesa y esos cuadros Guardan ecos del eco de tu voz. En un álbum azul están los versos Que tu ausencia cubrió de soledad, Es la triste ceniza del recuerdo Nada más que cenizas, nada más...
