
Gramófono No.AE 1797 – Francisco Spaventa & Piano – Mocosita – 1927
Origen Archivo: Colección Particular Juan-Ignacio Olmos
Compositor: Gerardo Matos Rodríguez
Autor: Víctor Soliño
Fecha de Grabación: 18/02/1927,
Lugar de Grabación: Madrid
Sello: Gramófono
Disco: No.AE 1797
Matriz: 262563
Fuente(s) Información: Discografía Francisco Spaventa.
Reseña: Francisco Spaventa.
En sus actuaciones introducía historias humorísticas, motivo por el cual, Francisco Canaro dijo que desdibujaba los rasgos de la canción porteña; pero los cuentos que contaba los hacía con gracia. Los españoles eran más afectuosos que Pirincho y, al no tener otro cantor con quien comparar, estaban muy entusiasmados con Spaventa, que se ganó al público y a la crítica que lo ponderaba efusivamente: «Él hizo despertar en nuestro corazón las desgarradoras dulzuras del tango» y, también: «Pierrot lírico y sentimental». TodoTango.
Observaciones: Con estas grabaciones presentadas, por su temática – la mujer, el amor y el desamor, la ilusión y la la decepción, etc.- queremos invitar a que visiten el sitio www.querube.es, dedicado a música de diversos géneros, en general diferentes al tango, como boleros, sones, baladas y otros.
Letra:
Vencido, con el alma amargada, Sin esperanzas, saciado de la vida, Solloza en su bulín, el pobre payador, Sin hallar un consuelo a su dolor. Colgada de un clavo, la guitarra... En un rincón la tiene abandonada... De sus amigos, ya no le importa nada... Tirado en la catrera, no hace más que llorar. En alguna ocasión Sólo se escucha esta canción: “Mocosita, no me dejés morir, volvé al cotorro que no puedo vivir. ¡Si supieras las veces que he soñado que de nuevo te tenía a mi lado! Mocosita, No seas tan cruel, no me abandones... Quiero verte otra vez... Mocosita, No me dejes, que me mata poco a poco tu desdén”. Dormía tranquilo el conventillo, Nada turbaba el silencio de la noche, Cuando se oyó sonar, allá en la oscuridad El disparo de una bala fatal. Corrieron ansiosos los vecinos Que presentían el final de aquel drama, Y se encontraron tirado en una cama En un charco de sangre, al pobre payador. Pero, antes de morir Alguien le oyó cantar así: “Mocosita, no me dejes que me mata poco a poco tu desdén”.
