Victor No.38285-A – Mariano Balcarce & Orquesta Típica Victor – Milonga De Los Fortines – 1937
Origen Archivo: Youtube (Radiotelefonia)
Compositor: Sebastián Piana
Autor: Homero Manzi
Fecha de Grabación: 28/9/1937
Lugar de Grabación: Buenos Aires, Argentina
Sello: Victor
Disco: No.38285-A
Matriz: BAVE-93918/1
Fuente(s) Información: Discography of American Historical Recordings,
Reseña: Mariano Balcarce
Comenzó desde muy joven con el canto y se destacó por sus condiciones, tanto así que llamó la atención de Pedro Maffia quien, a comienzos de 1934, disconforme con sus muchachos, formó una nueva orquesta que debutó en el mes de mayo. La integraban Pedro Maffia (bandoneonista y director), Ángel Maffia, Carlos Demaría y Héctor Presas (bandoneones), Nerón Ferrazzano (chelo), Alberto Besprovan y Unamuno (violines), Juan Trombino (piano) y Mariano Balcarce (cantor). Ese mismo mes de mayo, Balcarce registró el tango “No aflojés” y para la otra faz, un aire de bailecito, “De tu casa a mi casa”. Al año siguiente pasó por el conjunto de Augusto Berto y, a continuación, se integró a la Orquesta Típica Victor. Con ella grabó “Déjame vivir”, el 7 de septiembre de 1937 y “Milonga de los fortines”, el 28 de septiembre de 1937. En la misma fecha, el vals “Siempre tuya seré”, placa que está en duda que haya sido editada. TodoTango.
Observaciones:
Letra:
Milonga de cien reyertas Templada como el valor. Grito de pampa desierta Diciendo su alerta Con voz de cantor. Milonga de quita penas, Nostalgia de población, Canto qu´en noche serena Su rezo despena Detrás de su fogón. Diana de viejas victorias En la punta del tropel, Con tu vanguardia de gloria Serás en la historia Canción y laurel. Son de querencia sentida En las noches del cuartel. Pena de china querida Que al fin afligida Dejó de ser fiel. Resuenan con tus acentos Milonga del batallón, Gritos de viejos sargentos Cargando en el viento Con el escuadrón. Y vuelven en los sonidos Agudos del cornetín, Ecos de mil alaridos Que estaban perdidos Detrás del confín. Gime el desierto rodando Sus rumores de huracán... Vienen las lanzas cargando Y están aguaitando La cruz y el puñal. Gloria de aquel comandante Que jamás volvió al cantón... Besan su barba cebruna La luz de la luna Y el fuego del sol.