Gramófono No.AE 2410 – Dúo Irusta-Fugazot & Orquesta Típica Argentina – Madre Mía – 1928
Origen Archivo: Pasionyadmiracionporcarlosgardel
Compositor: Osvaldo Fresedo
Autor: Emilio Fresedo
Fecha de Grabación: 07/11/1928
Lugar de Grabación: España
Sello: Gramófono
Disco: No.AE 2410
Matriz: BJ 1574/1
Fuente(s) Información: Discografia Trio Argentino
Reseña: Trio Argentino.
-Había dejado en Francia la “Orquesta Canaro” a cargo de mis hermanos Juan y Rafael. a mediados de 1927 luego de realizar una exitosa gira con la orquesta por diversas ciudades europeas me escriben desde París pidéndome cantores de tango que les estaban faltando. En esos momentos me hallaba actuando en Buenos Aires y tenía formalizado un compromiso con la casa Max Glücksmann para realizar y dirigir un concurso de tango en el Gran Palace Theatre, de Corrientes y Maipú. El certamen tuvo pleno éxito, pues reunió a numerosos concursantes, resultado premiado el tango de Pedro Maffia y Emilio Curi: Noche de Reyes, el cual fue interpretado en su parte vocal por el dúo Agustín Irusta-Roberto Fugazot, con magnífico beneplácito del público.
Terminado el concurso de referencia, contraté a ambos cantores para actuar en Europa. Irusta era rosarino y me dijo que antes de ausentarse quería ir a Rosario a despedirse de su familia y amigos; pero resultó que llegó la víspera de la partida e Irusta no aparecía ni había noticias de que hubiese vuelto a Buenos Aires. Esto, naturalmente, me inquietó bastante por el compromiso que a mi vez yo había contraído. Entré a averiguar y saqué en limpio que Irusta no tenía muchas ganas de ausentarse del país por razones de carácter íntimo. Como el tiempo apremiaba, sin perder un minuto me fuí yo mismo a buscarlo a Rosario, y como no tenía la dirección de su domicilio, averiguando… averiguando, me enteré que Irusta concurría todas las noches a un bodegón del barrio de Pichincha, famoso por la buseca que servía como especialidad, y llegué hasta la mentada taberna del suburbio. TangosalBardo.
Observaciones:
Letra:
Aquella noche que te fuiste Jamás pensaste que quedó tan triste... Y cuántas veces en la mesa Rodaron muchas lágrimas muy gruesas. Vieras tu puesto vacío Con qué cariño tu mamá vio, Yo sé lo mucho que sufrió, Al ver que un infeliz Robaba mal su amor. Escuchó y lloró La desgracia que amargó a su vieja, Mientras despacio La sombra de ella, Llegó hasta el cuarto Como un abrazo. Por favor quiero hablar Quiero tu perdón – dijo sin fuerzas – Llevo tu sangre ¡Oh, madre mía...! También soy madre Y no me iré jamás. Deja que ahogue su quebranto Pobre tu vieja que ha llorado tanto, De noche yo la vi en su pieza Rezando a un santo que alumbró una vela. ¡Pobrecita! – yo decía – Pensar que crudo fue su dolor, Pero hay que ver qué corazón, No deja de latir Si perdiese a su amor.