Odeon No.7237 A – Armando Moreno & Orquesta de Enrique Rodríguez – La Hija De Japonesita – 1941
Origen Archivo: Youtube (Antonio Gaspari)
Compositor: Ramón Monters
Autor: Vicente de la Vega – Enrique Pedro Maroni
Fecha de Grabación: 04/05/1939
Lugar de Grabación: Buenos Aires, Argentina
Sello: Odeon
Disco: No.7237 A
Matriz: e11642
Fuente(s) Información:
Reseña: Armando Moreno.
En 1941, es destacable el éxito discográfico del binomio, grabaron 20 temas, 17 con la voz del Niño Moreno, como lo llamaban por su rostro siempre juvenil, y tres instrumentales, también el brillante suceso en Radio Belgrano.
En los bailes, el público entusiasta pedía la interpretación de dos temas del director: “Tengo mil novias” y “Son cosas del bandoneón”, que ya habían sido registrados por su antecesor, Flores.
En 1944, el sello Odeon celebró sus bodas de plata, era la primera industria argentina del disco, con una inolvidable fiesta en el estadio del Luna Park, de la calle Corrientes y Bouchard. Fue el 21 de octubre, con la participación de los artistas más exitosos del sello. Se hicieron presentes las orquestas de Francisco Canaro, de Alberto Castillo, de Miguel Caló, de Rodolfo Biagi y la de Enrique Rodríguez con Armando Moreno. TodoTango.
Observaciones:
Letra:
Una geisha del Yoshiwara, sacerdotisa del Dios Amor, dice a todos que está maldita, porque ha nacido de la traición; y aunque príncipe el padre fue en el fango debe vivir y la geisha huérfana y triste, llora ante Buda diciendo así: ¡Buda!... ya que sufrir me ves, ¡Buda!... protégeme Señor... Mira que la pobre Musmé, nacida en la orfandad se muere de dolor. Y la geisha jamás olvida la historia triste de una pasión, que a la madre robó la vida, esclavizada por el amor. Y llorando sin fe, ni hogar, destrozando su corazón, por doquiera se oye el lamento triste y amargo de su canción. ¡Buda!... ya que sufrir me ves, ¡Buda!... protégeme Señor... Mira que la pobre Musmé, nacida en la orfandad se muere de dolor. Todo es calma en el Yoshiwara, donde hizo nido el amor fatal, como sombra cruza la geisha lleva en la mano fino puñal. Su nirvana la hace morir, rasga el vientre sin compasión y agoniza la princesita rogando a Buda con triste voz: ¡Buda!... ya que sufrir me ves, ¡Buda!... protégeme Señor... Mira que la pobre Musmé, nacida en la orfandad se muere de dolor.