
Victor No.39348-A – Francisco Fiorentino & Aníbal Troilo ‘Pichuco’ & Su Orquesta Típica – En Esta Tarde Gris – 1941
Origen Archivo: Youtube (Guillermo Dávila Mora)
Compositor: Mariano Mores
Autor: José María Contursi
Fecha de Grabación: 18/07/1941
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Victor
Disco: No.39348-A
Matriz: 91436
Fuente(s) Información: Milongandoblog.
Reseña: Aníbal Troilo.
La manera de tocar el bandoneón que tuvo Aníbal Troilo se ha definido como una síntesis de estilos de ejecución de importantes bandoneonistas en la historia del tango (Sierra, 1969). De alguna manera, los fraseos melódicos que realizaba Troilo en sus pasajes solistas, eran comparados con las ejecuciones y el sonido bandoneonístico de otros músicos de su época, tales como Pedro Maffia (el sonido limpio y delicado), Pedro Laurenz (la línea melódica con relleno armónico) y Ciriaco Ortíz (el fraseo en octavas). Durante el desarrollo de su carrera profesional, las sucesivas renovaciones conceptuales en las formas de expresión musical y la introducción de nuevos timbres orquestales que aportaba a su propia orquesta típica, le valió que se lo considerara como un estilo evolucionista entre los músicos de tango de la década del ́40 (Sierra, 1969). El Tango ayer y hoy.
Observaciones: El protagonista de esta historia de amor es, por supuesto, José María Contursi. El poeta estaba casado con Alina Zárate, con quien tuvo cuatro hijos, cuando conoció a una joven de la que se enamoró perdidamente: Susana Gricel Viganó. El romance fue pasajero, pero el amor que sentía por ella no. Contursi volvió con su mujer, pero nunca pudo olvidar a Susana ni al remordimiento que tenía por haberla dejado ir. SerArgentino.
Letra:
Qué ganas de llorar, en esta tarde gris En su repiquetear, la lluvia habla de ti, Remordimiento de saber Que por mi culpa, nunca ¡Vida! Nunca te veré. Mis ojos al cerrar, te ven igual que ayer Temblando al implorar, de nuevo mi querer, Y hoy es tu voz, que vuelve a mí En esta tarde gris... Ven... Triste me decías, Que en esta soledad No puede más el alma mía... Ven... Y apiádate de mi dolor, Que estoy cansada de llorarte, Sufrir y esperarte Y hablar siempre a solas Con mi corazón... Ven... Pues te quiero tanto, Que si no vienes hoy Voy a quedar ahogada en llanto. ¡No! No puede ser que viva así, Con este amor clavado en mí Como una maldición. No supe comprender, tu desesperación Y alegre me alejé, en alas de otro amor, Que solo y triste me encontré Cuando me vi tan lejos Y mi engaño comprobé. Mis ojos al cerrar, te ven igual que ayer Temblando al implorar de nuevo mi querer... Y hoy es tu voz que sangra en mí En esta tarde gris...
