
Odeon No 55304 A – Roberto Chanel & Osvaldo Pugliese & su Orquesta Típica – El Cielo En Las Manos – 1951
Origen Archivo: Youtube (Argentinatangodj)
Compositor: Astor Piazzolla
Autor: Homero Cárpena
Fecha de Grabación: 02/10/1951
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Odeon
Disco: No.55304 A
Matriz: e 18216
Fuente(s) Información:
Reseña: Roberto Chanel.
Fue un cantor excelente, delicado, de una tibia dulzura, típico exponente de su época. Y sin embargo, no trascendió más allá del conocimiento de los cultores del tango, de los coleccionistas, a lo sumo, de los que vivieron su momento. Para los muy conocedores, fue el mejor vocalista de Pugliese, no el más popular ni el más famoso, si no el que mejor y con más calidad representó al maestro. Su versión del tango “Farol” de los hermanos Expósito es un clásico del género.
Hijo de italianos, fue el menor de cinco hermanos. Nació en el centro geográfico de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Caballito. El padre era napolitano y trajo de su pueblo un acordeón que ejecutaba todos los días. Seguramente por ese motivo, los tres hijos varones aprendieron a tocar la guitarra y a cantar. Con el tiempo y ya adolescentes, formaron un trío con el que recorrieron el barrio y sus alrededores. TodoTango.
Observaciones:
Letra:
Como si tuviera el cielo en las manos Cuando por las noches suelo acariciar, La cabeza tierna de mi santa madre Y así me quisiera por siempre quedar. Cuando yo la veo, silenciosamente Cruzar los rincones del humilde hogar, Y ocultar su cara repentinamente Es por una pena que la hace llorar. Pasamos la vida buscando una dicha Buscando pasamos, mil cosas tal vez, Y se nos escapa de las propias manos La que Dios nos brinda por única vez. Es un pedacito de cielo su cara Que está a nuestro alcance y que se nos va, De qué vale, entonces, llorarla y nombrarla Si ya hemos perdido la felicidad. Cada vez que veo pasar a mi lado Los cabellos blancos de alguna mujer, Pienso en esos niños, los abandonados Que no han conocido su madre al nacer. Venero a la mía, de cabellos canos Bendigo su nombre al pie del altar, Cada beso suyo es cielo en las manos El cielo de un beso, que no he de olvidar.
