Victor No.39318-A – Francisco Fiorentino & Aníbal Troilo ‘Pichuco’ & su Orquesta Típica El Bulín De La Calle Ayacucho – 1941
Origen Archivo: Youtube (argentinatangodj)
Compositor: José Servidio/Luis Servidio
Autor: Celedonio Esteban Flores
Fecha de Grabación: 17/06/1941
Lugar de Grabación: Buenos Aires
Sello: Victor
Disco: No.39318-A
Matriz: BAVE-059523
Fuente(s) Información:
Reseña: Aníbal Troilo.
La manera de tocar el bandoneón que tuvo Aníbal Troilo se ha definido como una síntesis de estilos de ejecución de importantes bandoneonistas en la historia del tango (Sierra, 1969). De alguna manera, los fraseos melódicos que realizaba Troilo en sus pasajes solistas, eran comparados con las ejecuciones y el sonido bandoneonístico de otros músicos de su época, tales como Pedro Maffia (el sonido limpio y delicado), Pedro Laurenz (la línea melódica con relleno armónico) y Ciriaco Ortíz (el fraseo en octavas). Durante el desarrollo de su carrera profesional, las sucesivas renovaciones conceptuales en las formas de expresión musical y la introducción de nuevos timbres orquestales que aportaba a su propia orquesta típica, le valió que se lo considerara como un estilo evolucionista entre los músicos de tango de la década del ́40 (Sierra, 1969). El Tango ayer y hoy.
Observaciones:

Letra:

El bulín de la calle Ayacucho
 Que en mis tiempos de rana alquilaba,
 El bulín que la barra buscaba
 Pa´ caer por la noche a timbear.
 El bulín donde tantos muchachos
 En sus rachas de vida fulera,
 Encontraron marroco y catrera
 Rechiflado parece llorar.
  
 El “primus” no me fallaba
 Con su carga de aguardiente,
 Y habiendo agua caliente
 El mate era allí, señor.
 No faltaba la guitarra
 Bien encordada y lustrosa,
 Ni el bacán de voz gangosa
 Con berretín de cantor.
  
 Cada cosa era un recuerdo                        
 Que la vida me amargaba,
 Por eso me lo pasaba
 Cabrero, rante y tristón.
 Los muchachos se cortaron
 Al verme tan afligido,
 Y yo me quedé en el nido
 Empollando mi aflicción.
  
 Cotorrito mistongo, tirado
 En el fondo de aquel conventillo,
 Sin alfombra, sin lujo, sin brillo
 Cuantos días felices pasé.
 Al calor del querer de una piba
 Que fue mía, mimosa y sincera,
 Y una noche de invierno fulera
 Hasta el cielo de un vuelo se fue.
  
 El bulín de la calle Ayacucho
 Ha quedado mistongo y fulero,
 Ya no se oye al cantor milonguero
 Engrupido, su musa entonar.
 Y en el “primus” no bulle la pava
 Que a la barra contenta reunía,
 Y el bacán de la rante alegría
 Esta seco de tanto llorar.
HermanoTango